Auxiliar de Lenguas

Por qué el sistema de enseñanza de idiomas actual no funciona

[et_pb_section fb_built=”1″ admin_label=”section” _builder_version=”3.22″ custom_padding=”||1px|||”][et_pb_row admin_label=”row” _builder_version=”3.25″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” custom_padding=”0px||3px|||”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”3.25″ custom_padding=”|||” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”4.7.7″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat”]

En los últimos años han surgido numerosas empresas relacionadas con el sector del aprendizaje de idiomas; cada una prometiéndonos un método único e infalible a través del cual vamos a conseguir resultados asombrosos: nos harán bilingües, conseguirán que hablemos cualquier lengua con fluidez tras solo tres meses… Y, para ser sincera, este tipo de reclamos publicitarios me hacen cuestionarme si los responsables de estas instituciones saben realmente cómo se aprende un idioma.

La venta de cursos, métodos o clases con el solo objetivo de conseguir beneficio económico y sin ningún tipo de respeto al alumno es, en mi opinión, una de las principales causas por las que hay tanta gente frustrada al no conseguir resultadosLa mayoría de quienes acuden a estos cantos de sirena buscan alguien en quien confiar porque, al fin y al cabo, son estas empresas e instituciones quienes afirman saber cómo funciona el aprendizaje y los idiomas. Por desgracia, el desenlace es que a menudo, las personas a las que estos métodos no les han funcionado se sienten desorientadas y desanimadas porque creen que el no haber conseguido resultados es culpa suya. Si su método es tan infalible, tendrán que ser ellos el problema… ¿no?

Algo tremendamente básico en enseñanza es que no se debe tratar a todos los estudiantes de la misma forma porque ni todos aprendemos igual, ni nos interesa lo mismo ni tenemos los mismos objetivos; es decir: no hay ningún método que sirva para todo el mundo. Entiendo que para alguien ajeno a la educación esto sea difícil de creer así de primeras porque desde que éramos pequeños hemos visto que siempre hubo gente que, a pesar de la calidad del docente o de las técnicas de enseñanza que usaran con ellos, seguían consiguiendo (buenos) resultados.

¿Qué es exactamente lo que hace que algunas personas consigan mejores resultados con los idiomas que otras? Yo veo tres factores principales: la cantidad de horas de exposición a una lengua, las técnicas que se usen para aprender y la importancia que tenga ese idioma en la vida de otra persona.

La cantidad de horas de exposición al idioma

Seguro que has escuchado decir que cuanto antes se aprenda un idioma, mejor. Pero eso de que los niños tienen mayor facilidad que los adultos no deja de ser una verdad a medias. La diferencia real entre alguien que ha escuchado un idioma desde que nació y una persona que empezó a los doce, veinte o incluso treinta años es el tiempo que haya escuchado o leído el idioma en cuestión (el llamado tiempo de exposición).

 

Por eso, cuando tanto individuos como empresas insinúan que solo por el hecho de acceder a su formación voy a conseguir un cierto nivel, siempre soy muy escéptica. Incluso cuando somos pequeños estamos aprendiendo un idioma todo el tiempo porque estamos expuestos a él continuamente: a través de nuestros padres, educadores y otras personas… ¿Cómo pretenden vendernos que vaya a ser suficiente solo el tiempo que acudimos a clase?

 

Por supuesto, hay diversos factores que intervienen en la rapidez y la efectividad con la que se aprende un idioma más allá del tiempo de exposición, pero este último es el que más marca la diferencia (fuente). Desde luego, no se puede pretender avanzar de forma sólida y mucho menos rápida solo con dos o tres horas de clase semanales.  

 

Las técnicas que se usan a la hora de aprender

 

Está demostrado (fuente) que aquellas personas que usan estrategias diversas a la hora de aprender (memorización, repetición, traducción…) también consiguen mejores resultadosLa enseñanza de idiomas suele dividirse en destrezas o áreas y, aunque la mayoría las divide en cuatro, yo lo hago en seis: comprensión y expresión orales, comprensión y expresión escritas, interacción oral y conocimiento de vocabulario.

 

Es posible que alguien de España sea más hábil con el aprendizaje memorístico, ya que es el que ha predominado en el sistema educativo español. Aprender de memoria no es algo malo de por sí, pero puede resultar más o menos útil para según qué destrezas y a veces es mucho más efectivo utilizar otro tipo de recursos para expresarnos o para entender lo que otra persona intenta comunicarnos que recurrir a la memoria. De nada sirve ser capaz de enumerar las conjugaciones de los verbos irregulares en inglés si cuando necesitamos usarlas no sabemos hacerlo.

 

La mayoría de las empresas que se dedican a la enseñanza de idiomas se ciñen a «su método» y no utilizan todo el rango de estrategias efectivas que existen para ayudar a la diversidad de alumnos que reciben en sus aulas. Por supuesto, hay personas capaces de utilizar este tipo de técnicas de forma intuitiva, pero eso no quita que las estrategias se puedan y se deban enseñar para conseguir que haya mejores resultados. Además, siempre es muy provechoso aprender nuevas técnicas porque nuestras necesidades y nuestro cerebro van evolucionando con el paso del tiempo.

 

La importancia de ese idioma en la vida de otra persona

 

Me he reservado este factor para el final, aunque para mí es el más importante. Este es el «secreto» real de los políglotas y de aquellos a los que se le dan bien las lenguas extranjeras: la existencia de un vínculo especial entre ellos y el idiomaLas estrategias utilizadas y la cantidad de tiempo de exposición a otro idioma pueden variar entre persona y persona, pero lo que es seguro es que cuanto más importante sea ese idioma en la vida de alguien, mayor será la dedicación que saque para estudiarlo.

 

Tan importante es la existencia de este vínculo que ayuda directamente a los dos factores anteriores: si existe la actitud correcta (que no es universal, sino que depende de cada uno), seremos más proactivos a la hora de buscar y poner en práctica estrategias que nos puedan servir; y también dedicaremos más tiempo a la lengua que queremos aprender, aumentando así nuestra exposición.

 

Hay empresas e instituciones que aspiran infundir motivación y entusiasmo en sus alumnos a través de los profesores. No voy a ser yo quien reste importancia a lo necesario que es que los docentes estén motivados, pero como alumnos no podemos dejar que nuestros impulsos por aprender un idioma dependan de un profesor porque nos hace dependientes. Además, si la motivación por aprender un idioma viene realmente de nosotros, de nuestras ganas de comunicarnos y de nuestro interés por conseguir una meta, conseguiremos mejores resultados (fuente). De ahí a lo que me refiero con vivir la lengua que aprendemos como si fuese la nuestra propia.

 

¿Cómo podemos aprender un idioma de forma efectiva?

 

Por tanto, ¿cómo podemos hacer para conseguir aprender un idioma de verdad? Viviéndolo, como hacemos con el español. Lo más importante es establecer un vínculo con ese idioma: uno que de verdad nos dé ganas de ponernos a estudiarlo y que consiga que más que pensar que estamos estudiando, realmente disfrutemos del proceso.

Quizá aprender no sea tan difícil sino que, simplemente, lo enfocamos de forma equivocada. Por eso, creo que es necesaria una nueva forma de encararse al aprendizaje de lenguas. En la era de internet, además, contamos con acceso fácil a materiales y conocimiento de lo que funciona y lo que no funciona. Solo necesitamos ordenar todo esto y amoldarlo a cada persona y necesidades. Pero es necesario que seamos nosotros quienes tomemos la iniciativa.

Para ello solo es necesario que ese idioma que queremos aprender esté más en conexión con nosotros mismos. Y para ello no hace falta ni dejar de ser nosotros ni hacer cosas que no queremos hacer. El primer paso es tumbar esos dogmas y creer que hay múltiples formas de aprender, ninguna necesariamente mejor que otra. Y después, creo necesario dejar de ser estudiantes pasivos que esperan que otros les enseñe para pasar a llevar las riendas de nuestro aprendizaje. Es decir: adaptándolo verdaderamente a nuestros gustos, a nuestras necesidades y a nuestra vida. Viviéndolo.

[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]

¿Te

gusta

lo que lees?

En mi lista de correo envío consejos e ideas para ayudarte a mejorar tu inglés. Son sencillos de aplicar y te harán estar más cerca de trabajar en una aerolínea.

Apuntarse es gratis. Darse de baja, también 😉

Usamos cookies, a pesar de ser más de inglés británico

Utilizamos cookies para ofrecerte la mejor experiencia visitando la web. Si continúas navegando por aquí, entenderemos que no te importa.